Hoy, puede que hoy te eche de menos, o no, a lo mejor solo es hambre. Puede, y solo puede que sea hambre de un desayuno en la cama o de un desayuno en la cama contigo o de un desayuno de ti, no se.
Puede que hoy decidas volver, justo cunado estaba consiguiendo que desaparecieras de todas y cada una de mis neuronas y que me vuelvas a miras, así, con esos ojos tuyos color otoño que parece que lleven en su interior todo el calor del mundo y me olvide del hambre y la guerra incluso de mi nombre, o quién sabe, puede que hasta me olvide de respirar y entonces ahí necesite de tus manos expertas sobre mi pecho para reanimarme y que al despertar lo primero que vea sea tu cara y ya esté todo perdido, otra vez.
Vuelta a empezar, vuelta a empezar a olvidar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario